Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo. DA 29

sábado, 11 de mayo de 2013

Iniciamos la Misión 2013


Hoy iniciamos la Misión 2013, en realidad continuamos la de 2012, porque hay que llamar a todas las casas que aún nos faltan, que son aproximadamente la mitad de todo el sector. Es decir, hemos llamado a poco más de 1000, nos quedan otras 1000 y tantas más.
Es bueno hacer balances, pero, ya habrá tiempo para ello, lo importante es que recomenzamos la Misión y la llevaremos adelante porque es nuestro deber de bautizados y hemos sido llamados a ella.

Hoy iniciamos también la formación con las niñas de Derecho de la Universidad Católica que nos acompañaron el año pasado. El año que terminó vimos la Doctrina según el Catecismo de la Iglesia Católica. Este año comenzamos con el Concilio Vaticano II, por el llamado del Año de la Fe.
Es regocijante ver como jóvenes estudiantes universitarias de una carrera difícil y exigente, podrían descansar, entretenerse, hacer muchas otras actividades, y eligen venir a enseñarnos temas de nuestra fe que a su vez ellas aprenden de teólogos. No deja de ser agradable, amable y agradecible  su esfuerzo, su entrega y su cariño.

Después de Pentecostés, con el envío del Espíritu Santo, saldremos otra vez, como desde hace 4 años, a recorrer las calles y llamar a las casas de nuestros vecinos, para comunicarles la gran esperanza que tenemos: Jesucristo, Nuestro Dios y Salvador está vivo y nos ama.
Lo haremos como siempre, proclamando la Palabra, orando con ellos, catequizando un poco y asperjando agua bendita a la familia y el hogar, mientras pedimos la Bendición de Nuestro Señor sobre ellos y sobre nosotros.

Es una labor bella, reconfortante, gratificante. Al final de la jornada no alcanzamos a decir “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre” (Lc. 10,17), pero, casi…
Definitivamente, la Misión es bella. La Misión, porque es querida, y enviada por Dios, es santa. Y por regalo y bondad de Nuestro Señor, nosotros, siervos inútiles, nos santificamos un poco con ella.

Bienvenido, Papa Francisco

Nuestro nuevo Papa es Francisco.
Vecino nuestro, de Argentina. Humilde, honesto, sencillo, siempre cerca de los pobres, y sobretodo, siempre cerca de Nuestro Señor.
Acogemos con cariño y fidelidad al 266° sucesor de San Pedro:

¡Bienvenido Papa Francisco!