Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo. DA 29

lunes, 18 de junio de 2012

Comunidad de Misioneros


En casa de Zuny, parte de la Comunidad de Misioneros.
Los misioneros, pensamos que obedeciendo al Espíritu Santo, hemos formado una comunidad, la cual hemos llamado Comunidad de Misioneros. Si con algún otro nombre desea el Señor que la llamemos, a todos nos lo hará saber.
Nos reuniremos dos veces por mes, el objetivo que nos une es crecer: en espiritualidad, formación, unidad y amor (“Miren como se aman”), porque nos hemos dado cuenta que después de la Bendición de la mesa donde la familia comparte los alimentos, la próxima fase será la catequesis casa a casa, familia por familia, para evangelizar a los católicos alejados, a los que vienen a la Misa una o dos veces por año y que no conocen su fe.
Después de recorrer las calles de nuestro sector, de entrar en tantos hogares y conocer tantas realidades, sabemos que la mayor carencia que viven todos es la carencia de Dios. Faltan muchas cosas, falta trabajo, o dinero, sobra ausencia de familiares, sobra soledad y penas, pero, la ausencia que da origen a la infelicidad y la pena, pesimismo y desgano es la lejanía del Señor en la vida de cada uno. Creemos que el Señor no nos elimina la cruz, pero, nos ayuda a llevarla. Falta sobretodo la paz y la alegría que da la Presencia de Nuestro Dios. A eso vamos, y a eso continuaremos yendo, si Dios quiere.
¿Qué haremos de nuevo?  Mostrar, enseñar la fe de Jesucristo, la fe que nos enseña nuestra madre Iglesia, porque pensamos que a través de ella se llega con seguridad a conocer a Dios, y porque es su mandato, proclamado en el Evangelio y repetido hoy en múltiples ocasiones por su Vicario.

Para emprender esa labor debemos formarnos nosotros en un conocimiento mayor de la fe de nuestra Iglesia, debemos poder despejar las dudas de aquellos a quienes visitaremos, las muchas dudas nacidas en su corazón a partir de tanto que ha ocurrido en las vidas de ellos y de esta sociedad en la que vivimos.
Confiamos en el amor de Nuestro Dios para acompañarnos y en la sabiduría del Espíritu Santo, quien conduce la Misión, para poder hacer luz donde haya oscuridad, y por sobretodo, plantar la semilla, o abonar esa incipiente plantita de la fe, la esperanza y el amor en el Amado.

sábado, 2 de junio de 2012

Gozo al misionar


Hoy ha sido un excelente día. ¡Cómo todas las mañanas de misión! Cuando uno sale a misionar  solo lleva la confianza, el ánimo, la certeza de que regresará contento, pero, también el temor de que vamos pocos, de que hay un partido de futbol importante y tal vez no nos abrirán las puertas,  y de que los misioneros somos tan imperfectos y desvalidos no solo en lo físico (la artrosis), sino en lo  espiritual, en la formación, en las miserias nuestras personales.
Pero, al regresar, todo eso no importa nada. Lo físico se toleró y a veces se olvidó.Lo espiritual fué complementado con largueza con la efusión del Espíritu que se hace presente en el momento que Él quiere para compensar nuestra poquedad y carencia. “No se preocupen por lo que han de decir, ...” dice Nuestro Señor y eso lo hemos experimentado frecuentemente durante la misión. Muchas veces después nos hemos preguntado: ¿cómo dije eso?, ¿de donde lo saqué?, comprendemos que ha sido el Señor que se ha apiadado de sus pobres servidores con su precaria capacidad, y nos ha sustentado. Bendito sea Dios.

Hoy nos hemos encontrado en nuestro recorrido misionero, en las mismas calles, con los Testigos de Jehová. Ellos eran cerca de 30, nosotros éramos 4.  Pero, entramos a 3 casas, ellos a ninguna.
Cada día nos convencemos más de lo necesario e impostergable que resulta formarnos para evangelizar, catequizar y formar a la gente.
Hemos visitado en diversas oportunidades, también hoy a personas que reciben literatura de los Testigos, de los mormones, de los Adventistas, hablan y escuchan a los evangélicos, y consideran que: todas las religiones son iguales, todas conducen y alaban al mismo Dios, da lo mismo estar en cualquiera o en ninguna y rezar en la casa. Hay personas que van un día a una y otro día a otra, y leen de todo, pero...eran bautizadas católicas.
Hay mucha ignorancia de la fe, muchísima confusión. Y eso es solo un aspecto. Hay también muchas personas que influenciadas por los medios de comunicación, han cambiado los valores cristianos, y consideran convenientes y justos conductas y actos que nuestra Iglesia condena. Debemos en esos casos hacer luz sin ofender y con caridad, pero, obedecemos el mandato de Nuestro Señor, quien nos envía y de su Iglesia, miembros suyos somos: debemos hacer luz. Hace falta mucho, mucho, mucha misión y muchos misioneros. Falta evangelización, sobretodo falta Nuestro Señor en esta sociedad.